La lesión de hombro es muy frecuente en deportes de contacto y colisión, como los son el Handball y el Rugby, sobre todos en situaciones de juego de alto intercambiando de energía, como impactos, golpes y caídas.1 Otros deportes que comprometen el hombro por ejemplo es el futbol y el hockey, por lo general en mecanismos de caídas, siendo los arqueros los jugadores más perjudicados.2 Los diagnósticos más comunes son la luxación glenohumeral, la luxación acromioclavicular, el esguince acromioclavicular y la lesión de SLAP.3 Si bien los tratamientos de estas entidades son variables y siempre deben adecuarse a cada caso en particular, a las demandas deportivas, a las necesidades y objetivos del paciente.
Actualmente los criterios de alta luego de sufrir algunas de estas lesiones no son del todo claros, la literatura no es contundente, por ende los profesionales encargados del diagnóstico y rehabilitación pueden tomar diferentes decisiones con respecto al tratamiento y el alta. En este caso, tanto el traumatólogo y kinesiólogo pueden indicar braces o vendajes para colaborar en el tratamiento y vuelta al deporte brindando confianza al deportista, influyendo positivamente en el paciente. Estas herramientas utilizadas en el tratamiento y la prevención son muy comunes de observar en el deporte aunque no haya un consenso entre expertos de que realmente funcionan para esos propósitos, sin embargo, desde la experiencia del profesional y de las expectativas del paciente la situación sería diferente y si podría ser una buena estrategia.5 Entre las técnicas más utilizadas podemos tener las técnicas de estabilización acromioclavicular y glenohumeral, como su nombres indican, específicas para cada una de las articulaciones. En este caso, enfocaremos el análisis de este artículo en el vendaje preventivo de la articulación glenohumeral.
Puede ver el video adjunto en esta nota.
Los mecanismos de acción buscados con el vendaje son dos, el primero y más el mecánico: que tiene por objetivo limitar la rotación externa, siendo la acción predominante a reforzar, ya que si se supera en límites, tiende a luxar la articulación.
El segundo mecanismo de acción es el psicológico: El vendaje genera una sensación de seguridad y estabilidad desde el ámbito psicológico descripta por los atletas como una sensación de protección de la articulación sobre todo para aquellos deportistas que han terminado su proceso de recuperación y están volviendo al deporte.
Esta técnica debe realizarse con diferentes materiales y como se puede en el video es una técnica que requiere tiempo.
En conclusión, el vendaje de hombro es una herramienta adoptada por deportistas para estabilizar la articulación glenohumeral, tener seguridad en el momento de retornar al deporte y para prevenir recurrencias.